El Senado de Colombia aprobó al finalizar el año pasado, la paridad de género para las listas de los partidos políticos, a las elecciones de corporaciones públicas, implicando así mayor participación de la mujer en la política.
Cabe destacar que la mencionada aprobación se dio durante el debate, que se realizó para modificar el Código Electoral.
El sistema político colombiano exigía que la equidad de género en las listas fuera del 30%; mientras que la ponencia original planteaba subir esa cifra a 40%.Sin embargo, tras un debate se terminó aumentando a 50% para que haya así, más equidad de género.
Actualmente existe un consenso global sobre igualdad de hombres y mujeres no sólo como un derecho humano, sino también como la base para conseguir sociedades pacíficas, sostenibles y democráticas, si bien se han producido avances en términos de igualdad de género y derechos de las mujeres, esto aún no conlleva al cierre de brechas y la garantía de sus derechos.
En el plano internacional son evidentes los avances para alcanzar la igualdad de género a través de acuerdos normativos históricos e instrumentos de política internacional de gran trascendencia.
El Estado Colombiano, por su parte se ha comprometido con estos instrumentos, asumiendo la responsabilidad de adelantar acciones para aumentar los niveles de participación política de las mujeres y garantizar que esa participación se dé en condiciones de igualdad.
Uno ejemplo de dichos instrumentos, con gran trascendencia en la agenda intergubernamental, es la “Agenda 2030 para el desarrollo sostenible”, adoptada en 2015; la cual busca lograr la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres forma parte integral de cada uno de los 17 ODS.
Reiterándose que la igualdad de género es un derecho y que la realización de éste es la mejor oportunidad que existe para afrontar algunos de los desafíos de estos tiempos.
En el caso de Colombia, cabe resaltar , en el marco de la iniciativa liderada por las Naciones Unidas desde 2015 “Por un planeta 50-50 en el 2030”, que ha dado un gran paso por la igualdad de género, asumiendo así como compromiso especifico en materia de participación política de las mujeres “fortalecer los mecanismos de representación democrática y participación electoral, e incrementar , la plena y efectiva participación de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles de la adopción de decisión en la vida política económica y pública.
La paridad política es necesaria para que las mujeres contribuyan a la toma de decisiones que afectan sus vidas y se beneficien del proceso de la democracia, proponiendo así un nuevo modelo de Estado inclusivo, tal como la agenda 2030, más allá del camino que nos resta andar en América Latina para alcanzar la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres.